O link está bom. Experimentei agora mesmo. Mas aqui fica o texto.

«Oporto-Athletic: “Es una vergüenza”

La salida a Oporto evidenció algo que por manido no deja de ser realidad. La versión europea de la afición rojiblanca fue un modelo admirable en toda su acepción. Desde un punto de vista cuantitativo, reunir a bastantes más aficionados de los que en principio tenían previsto acudir -se habla de 4.000 seguidores y pudieron ser hasta más-, el despliegue fue espectacular; desde la óptica nada mensurable de su facultad para mostrar su cariño al club, emocionante.

Los gritos de ‘Beti zurekin’, cuando acabó el encuentro y numerosos hinchas aún no podían abandonar el estadio del Porto, fueron motivo de orgullo, así como su capacidad de no provocar mayor reacción que proferir “¡Es una vergüenza!” por estar retenidos en las gradas hasta que la Policía diera el visto bueno para que se retirara. La paciencia se le agotó a más de uno por culpa de una práctica habitual que puede tener, quizá, cierta razón de ser, pero que enerva, sobre todo cuando se ha perdido. Si encima hubo más capítulos que indignan…

El caso es que los retrasos en la evacuación de los seguidores fue enorme. Un servidor tenía previsto que tomara el autobús de inmediato retorno a Bilbao a a las 23.30 horas. Imposible. Hubo un caos desesperante, miles de aficionados en los aledaños del estadio a la espera de su medio de transporte, la entrada el Metro colapsada de gente, el ir y venir de los autocares incesante. Partimos a las 00.10 de la madrugada -a la agencia le retrasaron la entrada en la zona pactada para recoger a sus clientes- para llegar a la estación de Abando a las 8.40 horas después de un par de parones. Más de uno tenía que trabajar a continuación o en turno de tarde.

Hasta ese punto llega la fidelidad por unos colores que brillaron de una manera especial en la ciudad portuguesa. Por eso los lugareños salían de sus casas o se apostaban en los balcones para presenciar la marejada bilbaína en su máxima expresión, la parte vieja de Oporto parecía Donosti. Cientos y cientos de hinchas tomaron la zona, sus restaurantes, sus paseos, entre ellos el ex rojiblanco Ustaritz, feliz por vivir esta experiencia como un aficionado más. Los gritos arreciaban de una manera continuada y los hosteleros se pusieron las botas. Había restaurantes ‘tomados’ por grupos de amigos y familiares llegados de Bizkaia. La toma de Oporto fue para enmarcar, para olvidar los sucesos que después ocurirían.

Ejemplos a considerar

Alguna que otra carga policial antes de empezar el encuentro, la venta de más entradas de las permitidas y la demora en el desalojo pusieron a prueba la fortaleza de una afición que copó gran parte de la zona superior de la tribuna situada junto a los banquillos. No fue de extrañar por tanto que los gritos de apoyo fueran espectaculares y por momento acallaran a los de los locales. Por cierto, su forma de apoyar a los de Lopetegi encerraron un mensaje a considerar. Uno de los fondos llevó la voz cantante y desafiaba a la de enfrente para mostrar quién tenía más decibelios en su afán por apoyar a los suyos. ¿Es trasladable tal práctica San Mamés? Saludable seguro que sería. Como también fue de destacar el desfile de abanderados antes de comenzar el choque. Así se empiezan a ganar los partidos de Champions.

Lástima de tantos incidentes después de una exhibición de una afición que volvió a estar de diez. Pena también que algún jovenzuelo se dedicara a escupir y provocar a ciertos seguidores antes del encuentro, aunque fue una minoría.”»